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La teoría crítica y la lucha contra el predominio del pensamiento positivista en las ciencias sociales.

Resumen

El debate entre la escuela de Frankfurt y las tendencias empiristas y positivistas que en metodología de las ciencias sociales se manifiestan, según la teoría crítica, en el racionalismo crítico de Karl Popper, pone en evidencia las diferencias que estas dos concepciones distintas sobre la lógica de la investigación social tienen respecto a la manera en que cada una concibe la función de la crítica en las ciencias sociales: el racionalismo crítico de Karl Popper concibe la crítica como un instrumento para falsear la distintas hipótesis que puedan presentarse como plausibles desde el punto de vista teórico, como un instrumento que se aplica solamente al ámbito lógico-formal de las estructuras inmanentes del conocimiento científico, en donde “comportarse críticamente consiste en buscar alternativas para cualquier propuesta teórica o práctica, y en falsarlas desde sus consecuencias.”1. La teoría crítica, por el contrario, no limita la crítica a las proposiciones científicas, a una critica interna de la estructura lógica de las teorías sin consideración alguna de sus raíces sociales. Concibe la crítica en un sentido más amplio, como la actitud que consiste en renunciar a conformarse con lo dado, con lo que se comporta acríticamente frente a las injusticias y contradicciones que se presentan en la sociedad existente.