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Sede: Claustro de San Agustín, Centro Histórico, Calle de la Universidad Cra. 6 #36-100
Colombia, Bolívar, Cartagena
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Colombia es un país considerado como inseguro para quienes llevan la bandera de la defensa de los derechos humanos. Defender los derechos humanos afirma la Alta Comisionada de las Naciones Unidad para los Derechos Humanos: “sigue siendo una labor de alto riesgo” (ACNUDH, 2020), sobre todo en territorios donde persiste la presencia de grupos armados ilegales. La sistemática violación de derechos y en particular el asesinato de 491 defensores de derechos humanos, líderes y lideresas sociales en todo el territorio nacional, desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016 hasta mediados del mes de julio de 2020, motiva el aporte desde la investigación formal, para encontrar alternativas de protección diferentes a las institucionales, cuyas medidas han demostrado poca efectividad. El propósito de este artículo es aportar en la comprensión de las estrategias de exigibilidad de derechos y autoprotección que han permitido preservar la integridad física y la vida de los líderes sociales de Mampujan – María La Baja. Los resultados que se presentan fueron producto de una investigación basada en un enfoque cualitativo dentro del paradigma interpretativo, utilizando técnicas como entrevistas y herramientas como la línea de tiempo, para recopilar información de fuentes primarias. Entre los hallazgos relevantes, se destaca que estos líderes han implementado con éxito un enfoque ético de noviolencia, basado en la resistencia a situaciones injustas dentro de un sistema opresor, más que en la confrontación con la contraparte considerada víctima de esa injusticia y no contendora. Una de las conclusiones centrales destaca la relación indisoluble entre exigibilidad y autoprotección. No puede concebirse la una sin la otra, sobre todo en un país como Colombia, donde infortunadamente ser líder social es sumamente riesgoso para la integridad personal y la vida.
Colombia is a country considered insecure for those who carry the flag of defending human rights. Defending human rights, affirms the United Nations High Commissioner for Human Rights: "remains a high-risk job" (OHCHR, 2020), especially in territories where the presence of illegal armed groups persists. The systematic violation of rights and in particular the murder of 491 human rights defenders, leaders and social leaders throughout the national territory, from the signing of the Peace Agreement in 2016 until mid-July 2020, motivates the contribution from the formal investigation, to find protection alternatives other than institutional ones, whose measures have shown little effectiveness. The purpose of this article is to contribute to the understanding of the strategies for enforcing rights and self-protection that have allowed the preservation of the physical integrity and life of the social leaders of Mampujan – María La Baja. The results presented were the product of an investigation based on a qualitative approach within the interpretive paradigm, using techniques such as interviews and tools such as the timeline, to collect information from primary sources. Among the relevant findings, it stands out that these leaders have successfully implemented an ethical approach to nonviolence, based on resistance to unjust situations within an oppressive system, rather than on confrontation with the counterpart considered a victim of that injustice and not a contender. One of the central conclusions highlights the inseparable relationship between enforceability and self-protection. One cannot be conceived without the other, especially in a country like Colombia, where unfortunately being a social leader is extremely risky for personal integrity and life.
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