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Proceso de formación con los adolescentes y familias de la corporación hogares crea Cartagena para la resolución estratégica de conflictos, contribuyendo al fortalecimiento y crecimiento de las dinámicas familiares en la problemática de la adicción a las drogas, a través de la mediación como una estrategia de intervención profesional. Año 2013-2014

Resumen

La corporación Hogares CREA, trabaja con una de las principales problemáticas del mundo, el país y nuestra localidad, como lo es la drogadicción. Muchas personas involucradas en la problemática de la droga, han tenido periodos de abstinencia, con el objetivo de dejar la droga, pero su medio e influencias sociales se los dificultan y en otros casos realmente no se los permite, es así como solo el aislamiento y el cambio de ambiente, al residir en una comunidad terapeuta, resulta ser un factor protector, que permite además la reflexión e introspección sobre el valor a las personas, la familia, incluso la dignidad hacia su propia vida, que podría haber estado perdida por la adicción. Esto sumado a las intervenciones profesionales, y la experiencia de ex adictos se constituye en una gran alternativa a la reeducación social de la adicción a las drogas. Al hacer partícipe a la familia, permite realizar cambios no solo a nivel individual en la persona directamente afectada, sino en su medio familiar, debido a que el problema ha afectado a la familia en general y por ende a la dinámica familiar, donde además se pueden encontrar causas de la adicción y por consiguiente posibles soluciones a la misma. La familia debe convertirse en uno de los principales factores protectores de sus miembros, para lo cual debe ser coherente con lo que hace y dice, puesto que el discurso tiene efectos pero el ejemplo es envolvente y se aprende por imitación. Esto implica el trabajo constante de su dinámica interaccional, valores, principios, adecuado manejo de conflictos, participación multidireccional, inclusive en el aporte a desarrollar en sus miembros habilidades sociales, ya que la carencia de estas conlleva a conductas antisociales, que al no ser bien aceptadas por la sociedad y como vía de escape del individuo se convierten en un factor de riesgo al consumo de drogas. Las instituciones educativas, como escuelas, institutos y universidades se convierten el otro factor protector ante el consumo de drogas, al tener la asunción de responsabilidades, que necesitan de tiempo y espacios sanos. Ser partícipe de grupos de deportes constituye factores protectores ante el consumo de drogas, ya que se canaliza agresión. El familismo o la idealización familiar, afecta negativamente la autoestima de muchas personas, especialmente a los niños/as y adolescente y esto puede ser un factor de riesgo a caer o recaer en el consumo de las drogas; por lo que se hace necesario trabajar desde las profesiones formadoras la deconstrucción de imaginarios sociales, expresados en representaciones sociales discriminatorias y excluyentes, trabajar en el respeto y reconocimiento de la diversidad de las tipología de hogares puede ser una adecuada alternativa. Aunque es pertinente no idealizar a la familia nuclear, ya que los cambios están presente en la sociedad y por ende en la familia, si se hace necesario una mayor y mejor preparación de los hijos e hijas para el cambio de una tipología de hogar a otra, como una estrategia que permita que estos asimilen los cambios sin sufrir en la medida de lo que sea posible trastornos en su personalidad y formas de interacción social. Las campañas preventivas a la droga, deben ser tomadas como prioridad a nivel estado y sociedad, ya que muchas veces se comienza el consumo de drogas por tener desconocimiento de los efectos perjudiciales para la salud, inclusive un importante grupo de personas lo hace solo por curiosidad. Las personas que tienen adicción a las drogas, van creando tolerancia a las mismas, de tal forma que cada vez más tiene que aumentar la dosis para sentir el placer deseado o causado en un inicio, de esta forma la dosis aumenta con la edad y el daño a la salud es cada vez mayor, por lo que se hace importante darle prioridad a la reeducación de niños/as y adolescentes, ya que el consumo les impide o limita de crear proyectos de vida benéficos para ellos y los que están a su alrededor. La adicción debe ser entendida como un problema de salud, pero también social, ya que las personas en adicción, por adquirir dinero para su consumo, incurren en la delincuencia común.