Datos de Contacto
Sede: Claustro de San Agustín, Centro Histórico, Calle de la Universidad Cra. 6 #36-100
Colombia, Bolívar, Cartagena
Ver más...
Durante los dos arduos años que nos ha tomado esta investigación, hemos sido testigos de innumerables situaciones extremas que, desde el mismo planteamiento simbólico aquí establecido, podrían tomarse como ―oscuras‖. Por esta razón, diariamente ha crecido el interrogante por descubrir el por qué ante múltiples problemas que solemos experimentar, terminamos por perder el equilibrio y prontamente la paciencia, impidiéndonos a nosotros mismos encontrar la solución a aquello que nos acongoja. Quisiéramos evitar los planteamientos metafísicos, pero al enfrentarnos a este tipo de eventos estremecedores –lo venimos expresando desde los primeros capítulos–, es imposible caer en la reflexión mítico-religiosa o lógica que nos ayude a entender tales sucesos. Hallar, pues, el camino armónico que despeje los obstáculos que producen la angustia y el miedo no es tarea fácil. Hay problemas que requieren de mucha atención y reflexión, pero nuestra constitución humana hace todo lo contrario: frente a situaciones extremas y graves, solemos empeorar la crisis y caemos así en el embrollo irresoluble, la negación y el pesimismo, lo que imposibilita marchar hacia puertos más seguros. ¿Qué hacer, entonces, en situaciones semejantes? La solución parece encontrarse en las profundidades de nuestra memoria e imaginación, así como nos lo deja claro el yo prosaico en Junieles de Con la luz que me queda basta.
Sede: Claustro de San Agustín, Centro Histórico, Calle de la Universidad Cra. 6 #36-100
Colombia, Bolívar, Cartagena
Ver más...