Angulo Villán, FlorenciaCampuzano, Betina Sandra2021-10-022024-09-052021-10-022024-09-052021-10-022248-485Xhttps://hdl.handle.net/11227/18236En el mundo andino, el Qhapac Ñam, el camino principal o del Inca, refiere a una red ancestral de rutas y de estructuras de comunicación, intercambio y defensa, cuya extensión conecta más de cuatro mil kilómetros a lo largo de la cordillera andina. Este sistema vial andino, que se consolidó en el siglo XV con el incanato, y que enlaza a través de sus senderos a Ecuador, Perú, Colombia, Bolivia, Chile y Argentina, resulta también una red para intercambiar e interconectar saberes (Sosa et al., 2020). Se trata de un espacio intenso (Vilca, 2020) que involucra modos de sentir y pensar el mundo; es decir, supone prácticas artísticas, culturales, sociales, políticas y económicas localizadas geopolíticamente. Así, es posible delimitar entre las regiones culturales y literarias continentales, la región andina (Rama, 1984; Palermo y Altuna, 1996) cuyos sentidos exceden los meros criterios geográficos y se acercan, más bien, a la forma de configurar los imaginarios culturales y sus procesos de identificación de manera situada. Advertimos que los saberes propios de lo que, hace unas décadas, se entendían como pueblos testimonios (Ribeiro, 1969; 2017) o de lo que, en los últimos años, se aglutina bajo la denominación de pueblos del Abya Yala (Arias, 2012; Muyulema, 2019) se conectan, dialogan y tensionan con los conocimientos inherentes a la modernidad. A propósito de estos contactos, las reflexiones de Ángel Rama (1984) y Antonio Cornejo Polar (1994) son fundacionales en el campo de la crítica y la teoría literarias latinoamericanas, entre otros referentes destacados de este campo (Bueno Chávez, 2012; Lienhard, 1990; Noriega Bernuy, 2011 y 2012; Zevallos Aguilar, 2009 y 2015). Asimismo, resulta ineludible la revisión de la producción literaria y antropológica de José María Arguedas, quien sin duda marca un punto de inflexión en el vínculo entre los saberes nativos, los mestizos y los modernos, que se hallan siempre en conflicto, desplazamiento y yuxtaposición. Como sucede con los senderos del Qhapac Ñam ̧ es ineludible volver a transitar los caminos fundacionales que interconectan formas de comunicación y de conocimientos; pero también este andar, en la actualidad, significa el desafío de proponer nuevas preguntas y abordajes, revisitar el corpus canonizado, proponer la incorporación de otros textos y entablar nuevos diálogos o formas de conexión.application/pdfspahttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0Caminan los Andes: migraciones, orfandades e indigenismosArtículo de revistaCaminan los Andes: migraciones, orfandades e indigenismos10.32997/RVP-vol.15-num.1-2021-3589http://purl.org/coar/access_right/c_abf22619-4023https://doi.org/10.32997/RVP-vol.15-num.1-2021-3589info:eu-repo/semantics/openAccessEsta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0.