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dc.contributor.advisorPérez, Alex (Tutor)
dc.contributor.authorJulio Barón, Andreina María
dc.date.accessioned2014-11-25T16:24:11Z
dc.date.available2014-11-25T16:24:11Z
dc.date.issued2014
dc.identifier.citationT362.82 / J945ves
dc.identifier.urihttps://hdl.handle.net/11227/1128
dc.identifier.urihttp://dx.doi.org/10.57799/11227/10647
dc.descriptionTesis (Trabajador Social) -- Universidad de Cartagena. Facultad de Ciencias Sociales y Educación. Programa de Trabajo Social, 2014es
dc.description.abstractLa familia es un grupo dinámico, armado de un entramado de relaciones y vínculos afectivos o biológicos, en el que se pueden generar conflictos, que cambia según las circunstancias. En esta medida acompaña a las personas en el desarrollo de su vida. En el territorio de Punta Canoa las tipologías familiares presentes son: pareja, nuclear, unipersonal, extensa y monoparentales, bajo uniones libres y matrimoniales, este último tiene presencia en las parejas de adultos; las nuevas generaciones se inclinan por la conformación de parejas sin necesidad de ceremonias. Una característica en la organización familiar puntera, es la familia nuclear con fuertes lazos con la familia extensa, donde abuelos intervienen en el sostenimiento y crianza de los nietos… es básicamente una red de apoyo afectivo y económico. Encuanto a las diversidades sexuales en el territorio hay un fuerte rechazo a uniones que sean diferentes de hombres y mujeres, no aceptando las relaciones entre parejas del mismo sexo, pues hay una concepción de hombre o mujer ligada a sus genitales. Este hecho se observa en todas las generaciones presentes en el territorio. “yo no votaría por ella, porque es machorra, le gustan las mujeres… las mujeres que le gustan los hombres son diferentes de las mujeres que le gusta otra mujer… las machorras no pueden hacer lo que hace el resto, no pueden estudiar, jugar, no pueden tener amigas… eso de mujer con mujer no se puede, porque como van hacer hijos…” (Conversa con niñas de 8 y 9 años del territorio de Punta Canoa). De igual forma en el territorio sé nota un desdibujamiento de la concepción de violencia familiar y sus tipos, pues se reconoce como violencia familiar los actos que realiza una persona sobre cualquier individuo del medio externo que no hace parte de su familia y tampoco es dentro de un grupo familiar, entonces hay un reconocimiento de la violencia escolar, comunitaria, social, institucional… las cuales no son familiar. Es reconocida por hombres y mujeres la violencia que ejerce el hombre en contra de su mujer, pero no la de la mujer en contra del hombre, aunque ambas son diferentes pues mientras que el varón la realiza a través de la fuerza física, las mujeres utilizan el discurso para herir y dañar. De las interacciones y observaciones hechas se concluye que los roles y funciones asignados a cada género, que para el territorio son hombre y mujer, influye en la reproducción de la violencia no solo familiar, si no comunitaria, institucional…, debido que a una mujer que en su hogar de origen paso necesidades, le toco trabajar desde niña, tener obligaciones: cocinar, barrer, lavar, planchar... al organizar su propia familia, nota que tiene mejor calidad de vida; lo cual la conlleva junto con los roles aprendidos, los lazos afectivos, económicos y el no querer sentirse fracasada, soportar maltratos y a darlos. Mientras que un hombre a prendió a mandar, hacer independiente, trabajar fuera del hogar… actividades que refuerzan la competencia, el ego y la autoridad, que lo conllevan a ejercer su autoridad bajo cualquier medio y a no perder la posición de comodidad que gano desde niño. Lo anterior conlleva a la invisibilizacion y naturalización de cualquier acto violento, desencadenando situaciones que generan no solo daño físico, sino también repercusiones psicoafectivas. El proceso de invisibilizacion consiste en: “una serie de factores que determinan la percepción social. Para que un objeto resulte visible e invisible, tenemos que examinar dos condiciones fundamentales. 1. Que el objeto tenga inscripciones materiales que lo hagan perceptible. 2. Que el observador disponga de las herramientas o instrumentos necesarios para percibirlo‖ (Corsi, 2002: 4). En este sentido solo se hace visible aquello que se puede tocar, oír y ver. ―Con respecto a las acciones violentas y sus consecuencias, durante la mayor parte de la historia, solamente se consideraron los daños materiales producidos por la violencia. En el caso específico de la violencia interpersonal, se consideró como daño sólo aquél que tuviera una inscripción corporal y durante mucho tiempo permanecieron invisibles todas aquellas formas del daño que no eran sensorialmente perceptibles‖ (Corsi, 2002: 4). El proceso de invisibilizacion ha sido reforzado como plantea Corsi (2002: 5) por “la ausencia de herramientas conceptuales que permitan identificarla, y la visión sesgada de la realidad familiar ha retrasado la visibilización de la otra cara de la familia como un entorno potencialmente peligroso donde se pueden violar los derechos humanos, en el que se puede experimentar miedo e inseguridad y en el que se aprenden todas las formas de resolver los conflictos violentamente‖. Por otro lado encontramos el proceso de naturalización “que se apoya en algunas construcciones culturales de significados que atraviesan nuestro modo de percibir la realidad. Entre ellas podemos citar como relevantes: las concepciones acerca de la infancia y el poder del adulto, los estereotipos de género, la homofobia cultural, la concepción de maniquea acerca de lo bueno y lo malo. Todas estas construcciones se apoyan en dos ejes conceptuales: estructuración de jerarquías y discriminación de lo ―diferente‖ (Corsi, 2002: 6). A partir de esta investigación se recomienda la acción de una institución Integral especializada en temas de violencia familiar, comprendido por profesionales de distintas áreas: Medicos Legales, Abogados, Trabajadores Sociales, Psicólogos, Antropólogos, Comisarios De Familia, Fiscalías, Policías, etc. La intervención debe pensar el fenómeno de la violencia familiar como un problema de salud, pues afecta a los individuos física, emocional, económica y socialmente… por otro lado los profesionales deben crear una estrategia de intervención que trascienda todos los ámbitos del territorio: individual, grupal, y comunitario, pero en especial la atención debe ser en el núcleo familiar, para así brindar una atención integral, con el fin de reconstruir las relaciones significativas entre hombres y mujeres. En cuanto al profesional de Trabajo Social, frente a la problemática de violencia familiar no debe actuar con un solo método, conviene por el contrario tener una mirada holística e integradora, que le permita intervenir desde diferentes aristas según la situación, pues cada familia vive sus propias dinámicas. ―Es importante, entonces, hacer una propuesta de intervención integral que permita que el(a) Trabajador(a) social amplíe su acción profesional. Esta propuesta de intervención va más allá de la atención directa del caso cotidiano que acude al servicio, va más allá de la elaboración del diagnóstico social que generalmente ha permitido recoger información sobre las condiciones de vida de los usuarios y una propuesta de atención inmediata según las necesidades urgentes detectadas. Es importante que el (la) Trabajador (a) social evalúe el conflicto y las relaciones sociales significativas‖ (Bardales, 2001: 12). La intervención de Trabajo Social como disciplina transformadora de estructuras mentales, es fundamental en los niveles individual, familiar y comunitario. Por lo cual debe ver las relaciones familiares internas, promoviendo la evaluación de las mismas, para crear en conjunto estrategias integrales que permitan superar dificultades y cambiar los patrones socioculturales que refuerzan conductas violentas. De igual manera―Comprender las situaciones de violencia, desde el enfoque de género, por ejemplo permite entender qué significados, prácticas, símbolos, representaciones y normas rigen en las instituciones, en la sociedad y en los grupos humanos desde el punto de vista biológico. Éste permite conocer las diferencias existentes entre hombres y mujeres y precisar si existen o no relaciones igualitarias con equidad, o relaciones basadas en el poder de un sexo sobre otro‖ (Bardales, 2001: 15).es
dc.format.mediumapplication/pdf
dc.language.isospaes
dc.publisherUniversidad de Cartagenaes
dc.rights.urihttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0
dc.subjectTrabajo social familiares
dc.titleViolencia familiar: Visión y construcción socio-histórica de hombres y mujeres en el corregimiento de punta canoaes
dc.typeTrabajo de grado - Pregradospa
dc.rights.accessopenAccess


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