Ascitis en el paciente cirrótico: ¿Como abordarla?
Artículo de revista
2014
Universidad de Cartagena
(2014)
5
2
361
368
2215-7840
2389-7252
La ascitis es una de las complicaciones características de la cirrosis hepática descompensada. La paracentesis es importante para diagnóstico y orientación terapéutica. Se debe estimar gradiente albumina plasmática/líquido ascítico, ya que tiene sensibilidad del 97% para diagnosticar ascitis secundaria a hipertensión portal. El tratamiento inicial consiste en administrar dieta hiposódica y diuréticos. La combinación de 400 mg/día de espironolactona y 160 mg/día de furosemida, son las dosis máximas aceptadas. La ascitis refractaria se presenta en el 10% de los pacientes con cirrosis hepática, y se define como la ausencia de respuesta a las medidas señaladas o como una ascitis rápidamente recurrente después de la paracentesis evacuadora. La ausencia de respuesta a los diuréticos se identifica por la ausencia de pérdida de peso junto a la inadecuada excreción de sodio, o por la presencia de encefalopatía, insuficiencia renal o hiperkalemia. En estos casos los pacientes se deben manejar con paracentesis periódicas, para las cuales se recomienda la reposición de albumina a 6 - 8 gramos por cada litro de líquido ascítico extraído. Cuando el volumen supera los 5 litros se debe realizar recuento de leucocitos con formula diferencial en el líquido ascítico, para descartar peritonitis bacteriana espontánea. Las paracentesis periódicas no son recomendables en pacientes que responden adecuadamente a los diuréticos, tampoco cuando existe incremento en el riesgo de infecciones. La ascitis señala el inicio de una etapa más agresiva de la enfermedad y el trasplante hepático debe ser considerado de forma prioritaria, si no existen contraindicaciones
Revista Ciencias Biomédicas Vol.5, Núm. 2 (2014) Pag 361 - 368