Mostrar el registro sencillo del ítem

dc.contributor.advisorMontes Rivera, Gledis (Tutor)
dc.contributor.authorArrieta Gutiérrez, Lilibeth
dc.contributor.authorBeleño Navarro, Neivis
dc.contributor.authorVilla Moreno, Helen
dc.date.accessioned2016-03-10T21:11:10Z
dc.date.available2016-03-10T21:11:10Z
dc.date.issued2015
dc.identifier.citationT372.623 / A694es
dc.identifier.urihttps://hdl.handle.net/11227/2595
dc.identifier.urihttp://dx.doi.org/10.57799/11227/8826
dc.descriptionTesis (Licenciado (a) en Pedagogía Infantil) -- Universidad de Cartagena en convenio con la Universidad del Tolima. Facultad de ciencias sociales y educación. Programa de licenciatura en pedagogía infantil, 2015es
dc.description.abstractComenzamos a tener valores cuando somos niños, Primero aprendemos a tener aprecio por las cosas que satisfacen nuestras necesidades básicas, pero valoramos especialmente a las personas que nos las proporcionan. Su comportamiento hacia nosotros se vuelve la principal referencia de lo que es valioso. Por esta razón, nuestro carácter y personalidad se moldea con las actitudes y comportamientos de las personas que nos crían, bien sea los padres u otros familiares. Sus conductas tienen el principal peso de lo que después se convierte en nuestros principios y creencias personales más importantes. Aprendemos a valorar el fondo y la forma de todo lo que ellos dicen y hacen, así como lo que dejan de decir o hacer. Cada gesto o comentario tiene una gran influencia en la formación de nuestro juicio y aprendemos también a diferenciar la teoría y la práctica de los valores. Esto último es lo que más nos marca. Así que la consistencia y la coherencia en el comportamiento de nuestros padres es lo que le da solidez a nuestra formación. Si ellos hacen lo que dicen nuestra personalidad será más fuerte que cuando ellos no practican lo que pregonan. Más adelante, cuando nos volvemos estudiantes, comenzamos a sentir presiones sociales y presión de valores diferentes a los nuestros, a través de la relación con otras personas. Se pone a prueba la fortaleza de los valores que formamos con nuestros padres, Se suele confundir valores con hábitos, y muchos padres aspiran que el colegio forme los valores que no fueron formados en la casa. Eso no es posible, simplemente porque el colegio no satisface necesidades básicas de vida, esa es responsabilidad de las personas que nos crían.es
dc.format.mediumapplication/pdf
dc.language.isospaes
dc.publisherUniversidad de Cartagenaes
dc.rights.urihttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0
dc.subjectExpresión artística infantil - Enseñanzaes
dc.subjectExpresion escritaes
dc.titleFomentando valores en la infancia a través de cuentos, fabulas, mitos, leyendas e historias bíblicases
dc.typeTrabajo de grado - Pregradospa
dc.rights.accessopenAccess


Ficheros en el ítem

Thumbnail

Este ítem aparece en la(s) siguiente(s) colección(ones)

Mostrar el registro sencillo del ítem

https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0
Excepto si se señala otra cosa, la licencia del ítem se describe como https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0