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Céspedes Torrecilla, Remberto | 2012
La música champeta es de origen africano, y su llegada a nuestras costas se remonta a los años 70’ cuando los marineros nuestros después de sus largas faenas marítimas llegaban de Europa y África con discos comprados en Francia, Inglaterra y se los vendían a los dueños de los Picós quienes los promocionaban como “exclusivos”, en otras palabras llegó la música africana de contrabando. Sin embargo, encontró en nuestros territorios un ambiente propicio gracias a algunas coincidencias con otros géneros musicales existentes, pero sobretodo por la fuerte identidad con todo lo procedente de África y particularmente la música palenquera, convirtiéndose los de San Basilio de Palenque en sus principales cultores y difusores. De esta forma se generalizó en el gusto de los melómanos de los barrios marginales de Cartagena, siendo inicialmente rechazada por las clases medias y altas de la ciudad a raíz de los conflictos que se generaban en los bailes populares donde ya se empezaba a utilizar el puñal o champeta (cuchillo) como arma agresora producto de la aculturación generada por el Cine y la Televisión. Se le denominó despectivamente a todo aquel que bailaba en Picó “champeta”, no obstante, en el trasfondo de esta actitud subyace un rechazo a las posibilidades que tienen sus adeptos de encontrarse con una parte de su cultura ancestral, quienes de este tipo de música lograrían un mayor fortalecimiento de su identidad. Es importante resaltar que la realización del Festival de Música del Caribe imprimió un gran impulso a esta música aumentado el número de simpatizantes, propiciando la aceptación en otros sectores sociales de la ciudad.
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